Llevo unas semanas ausente del blog. No, no es que me haya desentendido, no tenga nada a decir, o que me haya aburrido.
Este año que acaba ha sido un tiempo de cambios en lo personal.
Cambios en mi cuerpo para corregir una dolorosa enfermedad casi invalidante. Un cambio que afortunadamente ha funcionado bastante bien y me ha devuelto la capacidad de caminar correctamente y sin dolor.
Cambios en el terreno laboral, un nuevo empleo muy absorbente en cuanto a horarios, pero que a cambio me garantiza una estabilidad económica de la que carecía en los últimos tiempos.
Territorios desconocidos, nuevos retos.
Como decía Serrat de vez en cuando la vida saca un conejo de la vieja chistera y nos volvemos a sentir como un niño asombrado e ilusionado. Y nos sentimos en buenas manos.
A todos los que os tomáis la molestia en leer mis desvaríos de vez en cuando, quiero desearos una feliz navidad.
Compartiendo con los que amáis lo poco o mucho que haya, pero haciéndolo con cariño y generosidad.
Felíz navidad, amigos.