Antonio Fraguas de Pablo, "Forges".
Querido Antonio. El pasado jueves, al conocer la triste noticia de tu muerte a través del noticiario radiofónico, se me atragantó el desayuno. Una muerte prematura consecuencia de una cruel enfermedad.
No recuerdo muy bién cuando empecé a prestar atención a tus trabajos. Debió ser allá por 1.976, cuando este país estaba inmerso en una incierta transición política, emergíamos de una larga noche de miseria y sumisión, y yo era un joven rebelde que se creía inmortal y capaz de cambiar el mundo.
Si no recuerdo mal, te conocí cuando empece a seguir tus colaboraciones en la revista de humor "Hermano Lobo".
Me fascinaba tu capacidad de sintetizar en una pequeña viñeta la esencia de nuestra sociedad, sus anhelos, sus esperanzas, y también sus contradicciones y sus desengaños. Tus personajes eran una simplificación muy real de la variada gente que poblamos este país.
Me he sentido identificado infinidad de veces con tus "monigotes" inolvidables, con tus "Blasillos", con tu "Mariano" y su "Concha", y con tus "Blasas", esas aldeanas indómitas vestidas de negro, capaces de lidiar con sus chotas y con la tecnología mas moderna.
Has sido un referente del humor y del periodismo, aún en contra de tu voluntad. Tu sincera modestia te impedía creerte que te habías convertido en un modelo para muchos.
Entendiste perfectamente que para poder decir la verdad, había que hacer reír a todo el mundo, hasta aquellos a los que parodiabas con tus personajes, porque si no, ¡¡ te matarían !!.
Y lo conseguiste, vaya que sí. Convertiste en una estrella al ciudadano atónito por la sociedad española que todos llevamos dentro.
Descansa en paz, Antonio. Sonreir me costará un poco mas a partir de ahora.
Post Escriptum.
Amigos, llevaba una buena temporada sin publicar nada nuevo en el "blog". Hay ocasiones en que no se tiene nada a decir, o quizás demasiado y de forma atropellada y estridente.
Esta vez ha sido lo ultimo. La situación kafkiana que vivimos en el plano político en Cataluña me ha producido un estado de ánimo que oscila entre lo sombrío y la indignación. Y en ese estado, no me he atrevido a abrir el editor del "blog". Porque es mas sensato permanecer en silencio, que publicar barbaridades impulsado por la indignación y la ira.
¿ Indignación ?, pues sí. Porque mientras nuestros "padres de la patria" se embarcan en aventuras políticas irrealizables, se enzarzan en discusiones interminables y en luchas sordas por conservar sus cuotas de poder y sus poltronas bien pagadas, la realidad de nuestra sociedad va por otro lado.
Los nuevos problemas se suman a los viejos que acumulamos, y quien deberia ocuparse de resolverlos, no hace absolutamente NADA, y ademas, crean otros nuevos completamente innecesarios.
Pero creo que ya he vuelto a recuperar la capacidad de expresarme de una manera civilizada, y
pudo volver a insultar otra vez a nuestras autoridades con palabras elegantes y sin exabruptos.
Un abrazo a todos vosotros.