Tiempo de serenar los ánimos. Tiempo de compartir lo mucho o poco que tengamos con los que amamos. Tiempo de buscar en nuestro yo mas profundo al niño que una vez fuimos, y recuperar su ilusión y su inocencia. A todo los que me acompañais en este mundo electrónico, quiero desearos una feliz navidad, y que la paz y la serenidad sean el bálsamo para las heridas que todo tenemos. Las físicas, y las otras, las que no se ven. Que la luz del "Solis Invictus" nos rodee y nos guíe hacia una vida mejor.
Bién, la noticia realmente importante, es que ya ha llegado el frío auténtico de una puñetera vez.
Tengo la esperanza de que contribuya a calmar un poco los ánimos aquí, en Cataluña. y de que algunos, bajo la influencia de los carajillos de coñac bién cargados, se vuelvan mas dialogantes.
Aunque sea con la voz algo pastosa por el aguardiente.
Ha sido una auténtica aventura encontrar en el fondo del armario el pañuelo para el cuello y los viejos guantes de cuero para evitar los sabañones en las manos.
Os dejo un video-clip de una antigua canción de los setenta que habla de eso, del frío físico, y del otro, del que se siente en el alma a veces. Es una versión nueva que ha grabado Vega, y que no está nada mal, la chica tiene un auténtico vozarrón como las viejas "divas" de la canción italiana de los sesenta y los setenta.
¡¡ Ah !!, casi se me olvidaba, estoy redactando los capítulos finales de "Colores Verdaderos".
No espero ganar un premio de literatura erótica, pero si asombraros un poco, y arrancaros una sonrisa de complicidad.