Fuente : Agencia EFE.
Lo que ahora escribo aquí, es fruto de una reflexión de dias. Los que median entre la trágica tarde del atentado en Las Ramblas de Barcelona, y la tarde de ayer, con una manifestación que me pareció patética y vergonzosa, que en nada ha sido un homenaje a aquellos que realmente nos importan : las víctimas mortales y los heridos provocados por un grupo de criminales.
Y es una autentica lástima, los barceloneses y por extensión los catalanes siempre hemos sido empáticos y generosos con los que sufren. Solo hay que ver los ejemplos que nos dieron en aquella tarde mortal los agentes de la Guardia Urbana y los Mozos de Escuadra, el de los comerciantes y empleados de los negocios y tiendas de la zona, los hoteleros, los taxistas, y en general, todos aquellos que contemplaron la barbarie y sin pensarlo dos veces, corrieron a auxiliar y a ayudar a los atropellados.
Lo que me ha motivado finalmente a escribir esto, ha sido un comentario de mi amigo Miquel del "blog" Tot Barcelona, reconociendo que siente inquietud al atravesar el barrio del Raval en Barcelona, y contemplar a tipos barbudos con sayones hasta los tobillos, y a mujeres envueltas en un " niqab" del que solo emergen dos ojos.
A mi, no me inspiran ningún miedo, tan solo siento lástima por ellos, por llevar al extremo algo que tan solo son supersticiones e ignorancia que nada tienen que ver con la auténtica religión.
Tan solo son costumbres tribales que algún ulema se sacó de la manga para tener más controlado al "su" rebaño ignorante, que eran incapaces de leer e interpretar por si mismos el Corán. Y ya se sabe, las costumbres se convierten en normas, y las normas, en leyes.
Si, lástima y algo de pena.
Porque la vida es algo muy valioso como para no vivirla con plenitud y libertad.
Lo de no sentir miedo, en mi caso ha sido algo gestado en mi peripecia vital. Ya he contado algúna vez que sufrí en mi persona un atentado de ETA V Asamblea allá por el año 1.981.
Grácias a la casualidad y a la robusta construcción del viejo "Marqués de la Ensenada", los veinte kilos de plástico explosivo de aquellos criminales no causaron ninguna baja en la tripulación del barco, ni hicieron estallar por simpatía las abundantes municiones de 127 milímetros que acarreabamos a bordo.
Por aquella época, no existía ni remotamente el concepto de la ayuda psicológica a las víctimas de un atentado. Y ahora reconozco que yo la habría necesitado entonces, aquello me provocó meses de pesadillas y una cierta psicosis.
Pero el ser joven, tener por delante un proyecto de vida, ayuda bastante a relegar esas sensaciones a la trastienda del alma. Y también decidí que ya que la providencia o la casualidad me habían obsequiado con una segunda oportunidad de vida, debía aprovecharla cada segundo, cada minuto.
En resumen, el ser consciente de que un servidor respira todavía por una puta casualidad, ayuda bastante a deshacerse de los miedos, como diría Timoteo.
Después está la perplejidad. Cataluña, Ripoll no son ni de lejos Afganistán, Siria, Iraq, o alguno de esos infiernos que coexisten en nuestro tiempo con nuestra civilización en la Europa del siglo XXI. Tampoco aquí tenemos los suburbios miserables del extrarradio de París o de Bélgica, con tasas altas de desempleo y de fracaso escolár.
He escuchado hasta la saciedad estos dias lo inexplicable del comportamiento de estos jóvenes de origen árabe de Ripoll.
No hay que buscar mas explicaciones que el adoctrinamiento fanático al que fueron sometidos durante meses por ese delincuente común que se hacía pasar por un Iman respetable.
El paralelismo que nos puede ayudar a entender este fanatismo, está en las tropas Waffen SS que usó Hitler en la Segunda Guerra Mundial .
-Se les imbuía el concepto de pertenecer a la "élite de la raza ária y alemana", fomentando entre ellos el espíritu de pertenencia a un grupo, con el fomento de camaradería y hermandad, el sentimiento de ser un elegido para una "causa sagrada".
- Una parte de adoctrinamiento racista que recibían, incidía en la "cosificación" del enemigo o adversario. El deshumanizar a los otros, transformándolos mentalmente en "cosas" o "animales". Particularmente aplicaron este concepto en la lucha en el este, contra las tropas soviéticas. Es mucho más fácil matar sin piedad a alguién si no lo consideras como a un ser humano, digno de piedad y conmiseración.
-Los Waffen SS fueron las tropas mas temibles a las que se enfrentaron los aliados, y las mas duras a la hora de rendirse a la superioridad aliada. La doctrina fanática, y dosis desmesuradas de "Pervitín", un fármaco estimulante a base de anfetaminas que aquellos chicos consumían como si fuese regaliz, transformaron en demonios psicópatas a aquellos jóvenes alemanes. Una psicopatía imbuida externamente, no propia, ni una degeneración natural.
A eso es a lo que nos enfrentamos, a fanáticos ideologizados por alguien, sin justificación sociológica ninguna, a pesar de lo que digan los patéticos neo-comunistas de familia-bién de la CUP.
A quien le corresponda, que tome buena nota de todo esto, si queremos evitar que en un futuro se vuelva a repetir el mismo atentado, con diferentes protagonistas, y otras víctimas nuevas.
Es lo mejor que pueden hacer, no encabezar manifestaciones con una pancarta cuando ya nada tenga remedio.
No tengo miedo, no puedo darme el lujo de tenerlo. Y el mejor homenaje que podemos hacer a las víctimas, es vivir con normalidad.
Y defender nuestra libertad y nuestra forma de vida, por encima de santones, hechiceros, dioses coléricos y demás supersticiones. Nos ha costado mucho tiempo y mucho sufrimiento el disfrutar de nuestras bien ganadas libertades civiles.