Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha tenido la tendencia a recordar los años pretéritos por algún acontecimiento memorable acaecido en ellos.
Así, hemos escuchado referencias a tiempos pasados como "el año de la guerra", "el año de la inundación", "el año del hambre", etcetera.
En las últimas décadas, los medios de comunicación, los ámbitos culturales y artisticos han promocionado el nombrar a álguien o a algo "el hombre ( o mujer ) del año", "la noticia del año", "el libro del año" o "el disco del año".
Ahora, a todos estos hitos que tratan de marcar nuestros años vivido se suma la "palabra del año", elegida en nuestro idioma por la Fundeu, una fundación promovida por la agencia de noticias EFE y el BBVA para velar por la claridad del idioma en los medios de comunicación
La palabra o palabreja elegida este año ha sido el término "populismo".
El motivo que arguye la Fundeu es la aparición del término en los medios de comunicación promovido por las declaraciones de los políticos en los últimos meses, principalmente para descalificar a las acciones o declaraciones de sus rivales, en un uso claramente peyorativo, cuando la acepción "populismo", realmente no la tiene.
¿ No seria mas adecuado usar el término "demagogia", que es sinónimo de ganarse el apoyo popular con elogios y promesas difíciles o imposibles de cumplir ?.
Porque un demagogo es eso, alguien que dice o promete lo que el otro está deseando oír o creer, a pesar de que sea imposible su cumplimiento.
Desengañemonos, ni Franco se graduó en West Point, ni nuestros políticos asistieron regularmente a las clases de las universidades que pisaron.
Debieron saltarse las clases de literatura y teoría política jugando al siete y medio en el bar de las facultades.
¿ Alguien que no sabe utilizar la precisión, la sutileza y la riqueza de la lengua castellana merece un escaño en el Congreso o un ministerio ?.
El primer mandamiento del credo de un político que lidere un partido, deberia ser tener capacidad de oratoria y de elocuencia. Y si no la tiene, tomar clases de ellas. Porque sin esas capacidades es casi imposible hacerse entender por su electorado. Aunque tampoco es ninguna garantía de efectividad en su "ofício", hay algún loro suelto por ahí que maneja más de trescientas palabras
Aunque ahora que he dicho esto me asaltan las dudas, ¿ escuchamos realmente lo que nos dicen nuestros políticos ?, o ¿ los entendemos realmente ?.
¿ Votamos a etiquetas sin haberlas leído o escuchado como quien juega al "pito-pito" ?.
¿ Son realmente unos demagogos que plantean soluciones simples e imposibles para problemas complejos ?.
¿ O son realmente tan botarates como aparentan, y están en la política porque no sirven para cualquier otra cosa ?.
¿ Tenemos lo políticos que nos merecemos ?.
- Eres un "jodio" nihilista, nene.
-Gracias Timoteo, yo también te quiero mucho.
Aprovecho esta última entrada para desearos un feliz año nuevo, y que la fortuna sea generosa con todos nosotros.