El estampado de la bolsa
Acrónimo : Siglas cuya configuración permite su pronunciación como una palabra, p.e. OVNI, Objeto Volador No Identificado ( Diccionario de la RAE ).
El acrónimo ACAB estampado en un bolso de tela, junto a la inocente imagen de un gato ha estado a punto de causarle un disgusto en forma de multa de 600 Euros a una muchacha que paseaba el pasado domingo dia 22 por las inmediaciones del estadio Vicente Calderón en Madrid.
Un dia y una tarde complicados para la policía madrileña. Por la mañana, una manifestación de ultra-derechistas, autorizada por la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, la misma que intentó prohibir las "senyeras esteladas" en la final de la copa del Rey, vulnerando la liberttad de expresión. Y al anochecer, la final de marras
¿ Seiscientos Euros de multa por un inocente estampado en una bolsa de lona ?. Pues si, los policías entendieron que el acrónimo A.C.A.B. era una injuria hacia ellos, a pesar de la imagen del gato y del texto que lo envuelve.
Llegados aquí, he de hacer algo de pedagogía que permita comprender la monumental "metedura de pata", cuando no abuso de autoridad de los uniformados.
En el mundo anglosajón, el acrónimo A.C.A.B es una contracción de las palabras " All the Cops Are Bastards", algo así como "Todos los Maderos son Hijoputas".
El origen de esta frase lapidaria se sitúa en Inglaterra, a principios de los años setenta del pasado siglo. Un periodista local visitaba la prisión de Newcastle, y vio las siglas grabadas en las paredes de algunas celdas. Aunque algúnos la remontan a los años veinte.
Un producto de la subcultura carcelaria, que el movimiento "punk" adoptó e hizo popular en forma de camisetas en los años ochenta.
En nuestras tierras, solo cuatro conocían el significado del dichos acrónimo. Hasta que surgió el asunto de la sanción a la muchacha de Madrid, con el consiguiente escándalo por abuso de autoridad, y el archivo de la sanción por parte de los superiores de los policías.
La historia de este atropello se ha conocido porque la víctima, lejos de arredrarse y acobardarse, puso en circulación su caso y la fotografía de la bolsa en las redes de comunicación social, levantando una ola de simpatias, y poniendo en ridículo y evidencia el exceso de celo de los uniformados.
El cachondeo y la guasa desatados en las redes, han ocasionado que la policía archive el caso y busque el silencio sobre le tema. El ridículo ha sido cósmico.
No niego que quizás el autor de la ilustración de la bolsa, haya jugado con la ambivalencia, el doble sentido con el acrónimo, pero de eso, a aplicar la "ley-mordaza" y sus sanciones, hay un abismo.
Y esto me lleva a plantearme la profesionalidad y el sentido común de algunos de los miembros de nuestra Policía Nacional, y de los mandos que los dirigen.
Aunque no deberia extrañarme de nada, nuestro gobierno les ha "equipado" con la "ley-mordaza", tan ambigua considerando cualquier gesto como un insulto a las fuerzas de seguridad, y cambiando la clasificación de estos insultos de delito ( en cuyo caso debería intervenir un juéz para tipificarlo y sancionarlo ) a falta que se resuelve con una sanción economica, y donde solo basta el testimonio de un solo policía para sancionar a alguien.
También ayuda a entender este desaguisado la personalidad del Ministro del Interior, el ilustre Jorge Fernandez Díaz, quien asegura tener un ángel de la guarda a su disposición, a quien llama "Marcelo", y de quien asegura que le ayuda a aparcar y a otros menesteres
Que además se dedica a condecorar a todas la imágenes de la Virgen que se ponen a su alcance.
De vez en cuando, Timoteo canturrea una cancioncilla tabernaria :
"Yo me hise polisiaaa
porque la vida está jodiaaa
y el currar es muu cansaooo"
En días como hoy, no le quito la razón.
- "Nene", a ver si también me van a multar a mí por tu culpa.
- Timoteo, tu que conoces a Fernandez Diaz, pregúntale como podría yo conseguir tener también un ángel de la guarda que me aparque el coche en el centro de Barcelona.