Parece que fue ayer cuando celebrábamos la llegada del año nuevo, y volvemos a estar a las puertas de una nueva Navidad.
- ¡¡ "Tempus fugit ", nene !!.
Ya vuelves otra vez con tus latinajos de andar por casa, Timoteo. Pero no te falta razón, el tiempo huye y no nos deja demasiado tiempo. Esa es su trampa.
A lo que iba. Un servidor no es precisamente un fervoroso católico. Pero no niego que también para mi estas fiestas tienen un algo especial.
Es tiempo de dejar a un lado las prisas y las urgencias cotidianas, y detenernos un poco a contemplar lo que nos rodea.
Es tiempo de sentarnos a compartir lo poco o mucho de lo que dispongamos con nuestros seres queridos, con aquellos que nos acompañan en la aventura que es nuestra vida.
Es tiempo de escucharles con sosiego, sinceramente. De demostrarles nuestro cariño de una forma abierta y humilde, sin alharacas. De regalarles lo que realmente es importante.
¿ Que que es lo importante ?. Muchas cosas, y es todo aquello que nadie puede pagar con dinero o una tarjeta de crédito. Cariño, respeto, devoción.
De hacerles saber lo importantes que son para nosotros.
Hacerles saber que continuaremos a su lado, en lo bueno y en lo malo, con sol o con lluvia, en la luz de la felicidad o en las sombras del dolor. Que respetaremos sus silencios, y compartiremos sus risas y sus alegrías.
Que caminamos junto a ellos.
Todo lo demás, no es inprescindible.
De parte de Timoteo, de los "chicos" y de un servidor
¡¡ Feliz navidad a todos !!