Las malas noticias en la vida económica de este país no cesan desde que estalló la crisis de la burbuja económica en la que habíamos vivido hasta ahora. Al goteo incesante de cierres y despidos en pequeñas y medianas empresas, estos días se ha sumado el anuncio hecho por Telefonica de que piensa recortar su plantilla en un veinte por ciento, para ajustar el numero de sus empleados a las exigencias de la "competitividad del mercado" de las telecomunicaciones.
Desde hace ya un tiempo, vengo observando el mas estado de conservación en que están las cajas de conexión de telefonía fija que esta compañía opera. La fotografía que encabeza este articulo, la tomó el autor en un polígono industrial de las cercanías de Barcelona. Si casualmente algún responsable del área de mantenimiento de la compañía lee estas lineas, el código numérico que aparece en la tapa le dará la ubicación exacta de este desastre.
También una cierta cantidad de cajas de conexión ubicadas en mi ciudad, Hospitalet del Llobregát, aparecen como la caja de la imagen pequeña, abiertas a la intemperie y a manos ajenas al personál de mantenimiento.
No hay que ser ningún genio de la electrónica para manipular sin complicaciones los bornes de conexión, y poder realizar llamadas y conferencias, con cargo a algún inocente abonado que ignora que su linea ha sido manipulada, y que no notará nada extraño hasta que reciba una abultada factura con llamadas que el no ha realizado.
Cuando José Maria Aznár accedió al poder en 1.996, se inició un proceso acelerado de privatizaciones de compañias de servicios que hasta entonces habían sido de titularidad estatal. El neoliberalismo salvaje que impregnaba el gobierno de aquella época, nos vendió aquella oleada de privatizaciones como una gran solución para estimular la libre competencia entre empresas, que tendría como consecuencia beneficiar a los usuarios con un mejor servicio y unos costes más reducidos en estos servicios.
Quince años mas tarde, los usuarios podemos constatar que el únicos "beneficios" de estas privatizaciones han sido para los accionista mayoritarios de estas empresas, que en su momento se hicieron con el control de las empresas con un coste muy por debajo del valor de mercado de las empresas.
Cuesta creer en la libre competencia entre empresas, cuando una de ellas explota casi en exclusividad la propiedad de la red de distribución, y "alquila" sus lineas a las demás empresas de telefonía.
Ahora la noticia es un despido masivo en la compañía, incluyendo un buen numero de jubilaciones anticipadas a cargo de la Seguridad Sociál, o sea, a cuenta del bolsillo de la masa de trabajadores de este país, porque la Seguridad Sociál no es otra cosa que los ahorros públicos de la clase trabajadora española.
El año pasado, Telefónica obtuvo un beneficio récord de 10.167 millones de Euros. Viendo el estado de mantenimiento de sus instalaciones, y echando un vistazo a la cuota de conexión que la compañia nos carga a los usuarios en los recibos, puedo llegar a hacerme una idea del porqué de esta maravillosa cuenta de resultados.
Desde hace unos años, cuando alguien me habla de "liberalismo económico", primero palpo mi bolsillo, para cercionarme de que mi billetero sigue ahí, y acto seguido, le pido prestada a Timoteo la pistola.
- Pues nene, no te acostumbres a hacerlo, porque la munición del 45 es carísima, y tu tienes muy mala puntería.
- Gracias Timoteo, tu siempre tan generoso.
El profeta "fumado" ha vuelto : "El Evangelio según San Timoteo Pistolero "
Quince años mas tarde, los usuarios podemos constatar que el únicos "beneficios" de estas privatizaciones han sido para los accionista mayoritarios de estas empresas, que en su momento se hicieron con el control de las empresas con un coste muy por debajo del valor de mercado de las empresas.
Cuesta creer en la libre competencia entre empresas, cuando una de ellas explota casi en exclusividad la propiedad de la red de distribución, y "alquila" sus lineas a las demás empresas de telefonía.
Ahora la noticia es un despido masivo en la compañía, incluyendo un buen numero de jubilaciones anticipadas a cargo de la Seguridad Sociál, o sea, a cuenta del bolsillo de la masa de trabajadores de este país, porque la Seguridad Sociál no es otra cosa que los ahorros públicos de la clase trabajadora española.
El año pasado, Telefónica obtuvo un beneficio récord de 10.167 millones de Euros. Viendo el estado de mantenimiento de sus instalaciones, y echando un vistazo a la cuota de conexión que la compañia nos carga a los usuarios en los recibos, puedo llegar a hacerme una idea del porqué de esta maravillosa cuenta de resultados.
Desde hace unos años, cuando alguien me habla de "liberalismo económico", primero palpo mi bolsillo, para cercionarme de que mi billetero sigue ahí, y acto seguido, le pido prestada a Timoteo la pistola.
- Pues nene, no te acostumbres a hacerlo, porque la munición del 45 es carísima, y tu tienes muy mala puntería.
- Gracias Timoteo, tu siempre tan generoso.
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